jueves, 14 de febrero de 2013

Cuando la bruma llega densa

Ese momento en que nos cansamos y vemos la tarde gris. Cuando estamos lejos de la 5a calle y todos sus habitantes transitan por calles desconocidas, bajo una supuesta luz del del día cercana a posibles verdades ajenas, con conspiradores rondando cada inhalación.

Cuando el sístole y el diástole tienen latidos constantes cercanos a la muerte: faltos de pasión.  Cuando los pulmones no son capaces de llenarse, y cuando el verdadero sol es oculto por pantallas increíblemente grandes.

Y es que la ausencia de pasiones son capaces de destruir un universo completo, la voluntad se detiene pero las pupilas se dilatan con el sonido de los espacios abiertos, con el verde de las hojas y la caricia del viento.

Sí, podría ser que la 5a es vecina de una montaña.


lunes, 4 de febrero de 2013

Vive, aún palpita

Pareciera que el silencio de la 5a ha aumentado. Desde hace años no se ha escuchado hablar de ella, pareciera que sus habitantes han quedado atrapados en el tiempo o en el olvido. Pero no, así sucede con aquellos que reposan para recuperar la energía o la motivación Podría ser una calle que también hiberna.

La 5a, como las calles de ésta ciudad, siempre tienen un leve murmullo que parece su palpitar y ha ido creciendo. A veces me pregunto si estará desarrollando un corazón de atleta, pues hay muchos ruidos en su interior. Claro que no todos los ruidos son malos.

Como sucede con el colegio que ha venido a vivir al ombligo de sus aceras; el alboroto de los niños va desde las 7:00 de la mañana con el tráfico de los automóviles de los padres que vienen a dejarlos y el micrófono del portero llamando uno por uno a los niños cuando llegan a traerlos al medio día.

Además de los sonoros y presenciales cantos de bocinas, se escuchan constantemente algunos aullidos de los inquilinos de la acera colindante, pues una veterinaria también se ha instalado en la 5a, ahí, la mayoría de cuadrúpedos temen a los cambios e incertidumbre ante la que se encuentran; indefensos y expuestos como para atreverse a iniciar una rebelión completa.

Así palpita la 5a en estos últimos días. El corazón de atleta aún no se descubre, tal vez sea hora de bajar el ritmo o mantener el que se está desarrollando.

Sin duda alguna, la 5a está despierta.

jueves, 22 de abril de 2010

Periodistas en la 5a

El periodista es una persona que en la actualidad logra hacer su trabajo y tener su propio espacio y fuerza de voz cuando es capaz de investigar por sí mismo, ser autodidacta, manejar medios electrónicos y el equipo necesario –cámaras, programas de edición, grabadoras…- Debe saber adaptarse al espacio que se le da para comunicar su investigación, ya sea en una columna, reportaje, noticia, crónica, editorial o cualquier otra sección; para ello debe conocer muy bien las herramientas del lenguaje, tener un excelente léxico y saber sintetizar siendo claro, breve y conciso; una forma de alcanzar estas características tan útiles es a través de la lectura la cual nos proporcionará diferentes esquemas de comunicación escrita.

Al momento de realizar actividades periodísticas, generalmente los jóvenes que se inician en estas actividades están entrenando sus sentidos para poder percibir directamente la realidad y todo lo que sucede en diferentes lugares del mundo, porque ya no sólo es la teoría sino que en la escuela de la vida se va aprendiendo poco a poco a recibir información, buscar más y transmitirla. Búsqueda que siempre va llena de pasión pues todo periodista no se queda satisfecho con lo primero que encuentra, con lo que otros ya han dicho, sino al contrario mientras más sepa más dudas tiene y se encamina a buscarlas, es un camino sin fin, más bien hasta que esté satisfecho de los resultados encontrados.
Ya sea con los recursos técnicos mínimos o con los más desarrollados el periodista que ama lo que hace no tendrá problema alguno para lograr encontrar lo que busca, pues al fin y al cabo las respuestas y las experiencias las encuentra en el diario vivir, en la vida, en la calle y la 5ª no es la excepción pues por acá rondan periodistas y personas que se cuestionan muchas “realidades”.

miércoles, 24 de marzo de 2010

¡Canta, canta! no deja morir

Iba del otro lado del bus. Él junto a la ventana de la derecha, yo exactamente al lado de la ventana de la izquierda. El cabello rizado, castaño, la piel blanca, una mirada paciente, dulce, pendiente de todo.
Nos separaba un abismo de espacio, de tiempo, de los rayos de la tarde caída, silencios que se rompían con los gritos sordos de sonrisas cómplices. Un libro en las manos y una ceja con iniciativa.

El camino de siempre y la gente ausente. Llegamos a la parada del Paseo. Hombres de negro, de luto, eran jóvenes, no pasaban los 19, llevaban camándulas, iban llorando; les escuché decir "maldito", "¿por qué son así?", "que ya le bajen"...
Sin duda, era el rostro de Chico Garay el que llevaban en fotografías. Mi acompañante se perturbó, su mirada tranquila se tornó incómoda, quería hacer algo. Comenzó a cantar quedito "Cuando la luna y el tiempo llamen tu voz, recuerda las palabras que nunca el viento se llevó..."
Subía más gente, todos callaban. El hombre del saxofón se subió donde siempre y decidió acompañar al castaño. Uno de negro lloraba. Sólo un niño jugaba al fondo, le preguntaba a la madre el porqué de tantas cosas.

Quien canta dice más del que calla, por eso cantaba, si la gente escucha sería ganancia sino la culpa no es sólo suya.

Se preguntaban qué hacer, a dónde ir... no pude terminar de saberlo pues la 5a estaba cerca.

jueves, 11 de marzo de 2010

¡Ésta es la 5ª calle, bienvenidos a su acera!


La calle es un espacio urbano lineal que permite la circulación de personas; todos, sin darnos cuenta habitamos en ella. Desfiles, entierros, árboles, cines, lágrimas y caricias; la calle nos acompaña y observa. Nunca nos deja, siempre nos espera.



Aquí un poema de un habitante simpático escrito por Ernestina de Champourcin


Cruzó el perro la calle.

Era el perrillo aquel de las migajas,

el que espera debajo de la mesa,

el que no tiene nombre

y al que si se extravía

no lo reclama nadie.

Y era el único ser

en tarde de domingo.

-Allá enfrente la ausencia

de ese árbol que daba su verdor

en un sitio imposible.

Y el perro por la acera

seguro y solitario.

¿A dónde iría hoy

en esta hora muerta

sin coches ni autobuses,

con un pasito breve,

voluntarioso, firme?

Una mano invisible

le alisa la pelambre.



Y es que algo parecido anda Chumbulùm, el french que cuida la carpinterìa de la 5a







viernes, 11 de julio de 2008